Las brechas salariales representan la diferencia entre los salarios reales paridad de poder de compra (PPC) manufactureros por hora en EEUU y todas las demás economías. Los salarios dignos son calculados aplicando las PPCs reportadas para cada país por el Banco Mundial y la OCDE a sus salarios nominales manufactureros por hora. Las PPCs reflejan las unidades monetarias necesarias en la moneda en cuestión para comprar los mismos productos y servicios que pueden comprarse en el país base con una unidad monetaria. Las PPCs son en la práctica un estimado del costo de vida en cada economía. Por ello, un salario digno es el salario por hora -superior o inferior a su salario nominal- necesario para proveer un nivel de vida material equivalente al del parámetro, en base a las PPCs reportadas para un año específico para cada país. Este análisis se basa en EEUU y el dólar estadounidense como el parámetro de un salario digno. Todos los salarios nominales y PPCs en todos los demás países se expresan también en dólares estadounidenses. De esta forma, una compensación PPC equitativa expresa el salario nominal por hora en dólares estadounidenses requerido en el país en cuestión, en términos de poder de compra, para compensar de forma equivalente a los trabajadores locales a como se compensa a los trabajadores equivalentes en EEUU por la entrega de trabajo equivalente. Por ello , esta compensación PPC representa el salario real manufacturero requerido en cada país para esta a la par con el verdadero poder de compra del salario manufacturero en EEUU.
Un Sistema Extremadamente Injusto Dado el hecho de que el poder de compra de los trabajadores manufactureros equivalentes en la mayoría de las economías emergentes es dramáticamente más bajo que el de sus contrapartes estadounidenses, las brechas salariales resultantes son importante evidencia para ilustrar la enorme disparidad e injusticia del sistema global de mercado. Tanto los gobiernos en el Sur como sus socios en el Norte imponen un sistema laborar extremadamente barato. En efecto, la primera razón por la que las corporaciones globales establecen operaciones de manufactura en el Sur, es porque son capaces de explotar a los trabajadores al pagarles salarios de miseria frente a lo que pagan en el Norte por trabajo equivalente, que en ambos casos se utiliza en producir bienes y servicios que son comercializados en mercados globales a precios globales. La explotación de la imposición de costos laborales miserables, sin duda, es el principal contribuyente en el aumento de la productividad y del valor de los accionistas entre las corporaciones multinacionales. Por ello, estas brechas salariales desnudan a un sistema de explotación consciente y estratégico de los trabajadores del Sur. De esta forma, nosotros sostenemos que no existe otra razón para compensar materialmente a los trabajadores del Sur, por la entrega de trabajo equivalente, con un nivel dramáticamente más bajo que el de sus contrapartes en el Sur, que la búsqueda del crecimiento del valor de los accionistas en las corporaciones globales del Norte y el beneficio monetario de las oligarquías del Sur. Aunque las PPCs son sólo una medición del costo de vida y no una medida exacta, éstas eliminan el argumento de los costos de vida más bajos como justificante de la enorme diferencia salarial. En suma, no hay justificaciones económicas o de negocios para esta situación exceptuando a la absoluta codicia del capitalismo darwinista de hoy en día. Efectivamente, un rasgo emblemático del actual sistema es que a mayor brecha salarial en una economía del Sur, mayor su distancia del ejercicio de la verdadera democracia, ya que en un ámbito de verdadera democracia el actual sistema de explotación global no tendría la menor oportunidad. Los datos base y las fuentes utilizadas para generar estas gráficas pueden ser bajadas pulsando aquí (actualizados a 2009).
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